Otra de las grandes preguntas que se hacen nuestros clientes es cómo puedo cancelar mi préstamo hipotecario. Lo primero que debemos saber es que existen dos tipos de amortizaciones y dos maneras de hacerlo, te las contamos:

  • Amortización total: es cuando cancelas totalmente el préstamo. Esta cancelación significa que ya no existe deuda con la entidad y no tendrás que pagar mensualmente la hipoteca. Aplicar esta opción suele llevar una comisión por la cancelación, ya que es más difícil eliminarla en los préstamos hipotecarios.
  • Amortización parcial: es la más común, es ir cancelando tu préstamo poco a poco. Este tipo de amortización es la que nosotros negociamos para que sea al 0% y que puedas cancelar sin ningún coste parcialmente.

En otro post entraremos en lo que ha cambiado la nueva ley hipotecaria en este punto sobre todo en la hipoteca fija, pero ahora una vez elegida la amortización que quieras realizar ya sea parcial o total, hay que elegir que optamos por reducir y en este caso, también tendremos dos opciones:

formas de amortizar

  • CUOTA: si decides amortizar cuota lo que se reduce es lo que pagas al mes de tu hipoteca pero el plazo no varía.

Ejemplo:

Vamos a la entidad y le decimos que queremos amortizar 10.000 € y reducir cuota, en ese momento estamos pagando 370 €/mes y nos queda por pagar 25 años de hipoteca.

¿Qué pasará?

Que nuestro plazo seguirá siendo 25 años pero nuestra cuota mensual de hipoteca pasará de ser 370 €/mes a 330 €/mes

  • PLAZO: en este caso ocurre lo contrario, la cuota se mantiene constante pero te quedará menos años por pagar de tu hipoteca.

Ejemplo:

Vamos a nuestra entidad y decidimos amortizar 10.000 € y reducir plazo, en ese momento nuestra cuota mensual es de 370 €/mes y nos queda por pagar 25 años de hipoteca.

¿Qué ocurrirá?

Que nuestra cuota mensual sigue siendo 370 €/mes pero nuestro plazo de hipoteca se reduce de 25 años a 21 años.

Nuestro consejo es que siempre que la cuota mensual sea asumible para ti decidas amortizar tiempo ya que es la manera que pagarás menos intereses a lo largo de la vida de tu hipoteca, y que al final, se trata que elijas lo que elijas el objetivo sea pagar lo menos posible al banco.